En noviembre de 2009, casi 50 artistas entre directores, autores y actores presentaron un proyecto teatral en un antiguo prostíbulo de Madrid. Bajo el lema “POR DINERO”, en las 13 habitaciones del burdel, se alojaron 13 grupos independientes con la consigna de crear una obra teatral de 10-15 minutos para un público de menos de 10 personas por sala sobre un tema común, la prostitución. Estas obras se representaban tantas veces como público hubiera durante tres o cuatro obras y llegaron a presentarse más de veinte veces al día.
Sin ninguna inversión en publicidad, con difusión únicamente a través de redes sociales y comunicados de prensa, el experimento fue un éxito. Antes de comenzar la función, más de 200 personas hacían fila para entrar horas antes de comenzar la función. El impacto de dicho acontecimiento, animó a buena parte de los participantes y a algunos nuevos miembros a abrir de manera permanente un espacio que reclama el público, y que funciona para personas de diferentes edades y status social.
Así nació MICROTEATRO, un nuevo concepto de formato teatral: obras de 15 minutos sobre un mismo tema, representadas en espacios pequeños para 20 espectadores por pase y varias sesiones al día. De esta forma, el espectador puede elegir tanto el tiempo que quiere pasar en el teatro, según el número de obras que quiera ver, así como el precio que quiere pagar, ya que cada visita a una sala se paga de forma individual.
Microteatro “Por dinero” fue el nombre con el que abrieron en Madrid sus puertas evocando la fórmula que proponían de varias microobras entorno a un tema.
La popularidad que han alcanzado las trae hasta Buenos Aires, para generar un nuevo movimiento teatral y así llegar a convertirse también en un nuevo género.